Un amor pintado con sangre.

CAP 1:

EL PROLOGO ESTA EN LA GALERÍA DE Mi COMPAÑERA DE AVENTURAS XD Galaxy-Queen, NECESITAN LEERLO PRIMERO, PARA NO CONFUNDIRSE,OK.

Era imposible... de ninguna manera mi madre podría estar muerta, de seguro esto era solo una terrible pesadilla, de la cual pronto despertaría…

Era todo lo que me repetía y repetía esperando que mis palabras se hiciesen realidad, las lágrimas seguían brotando de mis ojos, dejando una típica marca que manchaba mi rostro a causa del maquillaje; entonces las dudas comenzaron a pasar por mi mente… ¿Por qué tanta insistencia de parte de Ash para venir a ver a mi madre? ¿Por qué de pronto se preocupó en saber cómo estaba?... Si él sabía muy bien que mi madre siempre lo había detestado acaso es porque él…porque él ya sabía con lo que me encontraría.

Se me revolvía el estómago de solo pensar en que la única persona a la que me había entregado en cuerpo y alma podría ser la misma que me arrebatara otro pedazo de mi vida.

Pero ¿Cómo saberlo?, sin importar que hubiese sido el o cualquier otra persona la única cosa segura es que el asesinato de mi madre no se iba a quedar así, no yo misma iba a cobrar venganza. Destrozaría al responsable de la peor forma posible causándole tanto dolor que prefiera la muerte antes de seguir soportando mi castigo. Era un buen plan, era tan gratificante imaginar la cara de dolor de esa persona que provocaba que por un momento las lágrimas cesaran y fueran remplazadas por una sonrisa sádica en mi rostro.

Por su parte Ash seguía abrazándome y susurrándome palabras de aliento al oído, lo hacía de una forma tan real y sincera que al escuchar los latidos de su corazón el mío se sentía más tranquilo, así que me acerque más a su cuerpo, puse mis manos en su sien y jale su cabeza hacia mí, hasta que nuestros labios se juntaron; tal vez era lago tonto e irrespetuoso hacer eso frente a mi madre, pero si él era el culpable quería llevarme un muy buen recuerdo de él. El beso después de unos largos minutos finalmente se rompió por la necesidad de respirar así que tome aire y me arme de valor para preguntarle aquello que desde que entre a esta habitación me había estado atormentando.

—Ash, dime ¿tu sabias con lo que encontraría al venir aquí? —debí habérselo cuestionado con tanta seriedad en mi voz y frialdad en mi mirada, que de inmediato la sonrisa que había quedado grabada en sus delgados labios a causa del beso al instante se transformó en una expresión vacía, ni sus ojos ni su cuerpo me daban una respuesta.
—Nada de eso Mar-mar, yo tenía otros planes completamente diferentes a estos. —Sus ojos comenzaron a ser cubiertos por lágrimas, no entendía nada de lo que le pasaba pero aun así me causaba una terrible punzada en el corazón verlo de esa forma.
—Entonces ¿Cuáles eran tus planes?
—Pues veras ya sé que ya habías aceptado casarte conmigo, y que tu padre estaba de acuerdo con nuestra relación. Pero se me hacía muy injusto de mi parte dejar tan dañada la relación entre tú y tu madre, así que te insistí tanto esta noche en ir a verla porque yo solo quería que ella…que ella me entregará tu mano y que nos diera su bendición, créeme que si yo hubiese sabido lo que le iba a pasar nunca hubiese llegado a nuestra cita sino que habría venido directamente hasta acá y de ser necesario entregar mi vida a cambio de la suya.

Lo tome del rostro, dios me sentía tan estúpida por haber creído que el fuese capaz de arrebatarme algo tan importante para mí.

—No amor, por favor no digas eso, si tú te fueras de mi lado, en verdad que mi mundo se acabaría.
—Es que no puedo soportar verte sufrir, eres lo más valioso que jamás he tenido y si por mi fuera cambiaría todo absolutamente cada cosa que tengo porque tú siempre tuvieses una sonrisa en tu hermoso rostro.
—Oh Ash por favor perdóname por haber dudado de ti, es que todo esto fue tan repentino, que lo único en lo que puedo pensar es en vengar a mi madre.
—Vamos Mar-mar no digas eso amor, tú no eres ese tipo de persona.
— ¡Es que tu no entiendes el dolor que tengo ahora mismo en mi corazón!
—Hay amor seguro que lo entiendo, es más déjame llamar a la policía, pero te prometo que si ellos no resuelven algo pronto, yo mismo te acompañare en la busca de ese maldito asesino y juntos lo haremos pagar.
—Está bien Ash, gracias por tu apoyo.

**Entonces Ash saco su celular de última generación y marco a la policía, si pero no a cualquier oficial sino a su mejor amigo y cómplice en algunos delitos cometidos en sus tiempos de mayor juventud y perversión.

Mientras esperaban el arribo de los oficiales, Marceline no podía dejar de llorar acurrucada en los brazos de su novio, el cual acariciaba su largo y hermoso cabello, sin embargo su mente parecía vagar libremente por algunos retorcidos recuerdos del pasado, logrando formar una nueva sonrisa en su atractivo rostro, una expresión que de estar frente a frente hubiese provocado que la piel se te erizara y que pensaras que la muerte estaba a punto de sorprenderte.

Afortunadamente esa perturbadora y retorcida sonrisa se borró de su rostro al escuchar el timbre de la puerta, ambos se apresuraron a dejar entrar al oficial Steven Joseph Brooks, el cual después de algunas horas de tomar fotografías y realizar los análisis pertinentes a los dos cuerpos se acercó a la pareja.

—Por favor oficial, dígame que sucede. —Imploraba la morena deseosa de escuchar el mas mínimo indicio del atacante de su madre.
—Escuche señorita, no es una situación fácil, pero debo decirle que este modus operandi ya lo había visto en más de una ocasión, se trata de una asesino serial, un tipo completamente depravado y psicótico que asesina cruelmente a sus víctimas, para después beber parte de su sangre, como una especie de ritual satánico.
—Pero ya tienen indicios de quien puede ser ¿cierto? Oficial.
—Lamentablemente no caballero, el tipo es muy meticuloso nunca deja el mas mínimo rastro, es como un fantasma…o más bien yo diría que es como un vampiro.
—Claro, empecemos a creer en criaturas de fantasía, seguro pronto aparecerá mi hada madrina y como deseo me concederá que mi madre vuelva a la vida y si no tan siquiera ¡¡que usted y todo su equipo dejen de ser unos estúpidos ineptos de porquería!!
Marceline no podía creerlo, ese tipo había sido el culpable de otros tantos asesinatos y ni la policía o los familiares de las otras víctimas se habían atrevido a hacer algo, era algo sumamente indignante pero no ella no se iba a quedar de brazos cruzados, ella iba a llegar al fondo de todo este misterio y se encargaría de destruir a esa alimaña que hace unos momentos le había robado un pedazo de su vida…